Hablemos de Harry Potter. Ahora quizá parezca increíble, pero hace algunos años, en 1999, los libros de Harry Potter fueron los más censurados y perseguidos en EE. UU., según declaraba la asociación de bibliotecarios norteamericanos. Los motivos de esta persecución eran, a veces, consecuencia de denuncias por parte de adultos que veían en las aventuras de Harry Potter “una apología de la brujería y el ocultismo, paso previo a la magia negra y el satanismo” (El País, 29-10-2000). Afortunadamente esas denuncias fueron archivadas y probablemente ya nadie recuerde los nombres de quienes las presentaban, pero es seguro que, en el 2012, los libros de Harry Potter se siguen leyendo en todo el mundo y que, si no la fiebre masiva propia del momento de su aparición, siguen produciendo gran satisfacción entre muchos de sus jóvenes lectores de ahora, cuando no adicción e interés por conocer todos los libros de la serie.
Los libros de Harry Potter empezaron a publicarse en 1997. Su autora, J. K. Rowling (Yate, Inglaterra, 1965), era una perfecta desconocida que había visto cómo el primero de la serie, Harry Potter y la piedra filosofal, había sido rechazado previamente por doce editoriales con el argumento de que el libro era demasiado largo… y, por tanto, sin interés comercial para el público juvenil al que iba dirigido. Poco podía prever ella que al cabo de cuatro o cinco años sus libros se traducirían a más de 65 idiomas y que se venderían por millones en todo el mundo. Y del éxito de los libros nacería el éxito de las películas basadas en ellos —antes la autora había rechazado la oferta de Steven Spielberg de adaptar la historia de Harry Potter al cine porque Spielberg pretendía ambientar la escuela de Hogwarts en Norteamérica, pero ella no aceptaba una adaptación cinematográfica con demasiados cambios sobre el original—, y así, en el 2001, se estrenó Harry Potter y la piedra filosofal (dirigida por Chris Columbus y producida por la Warner).
Como millones de jóvenes de su tiempo, muchos alumnos de nuestro instituto han leído los libros de Harry Potter y han quedado seducidos por sus aventuras (a otros les habrán parecido enredosas y ajenas, por qué no). Algunos quizás no hayan leído ningún libro de la serie, pero conocen al personaje por las películas. Quien más quien menos tiene entre todos los personajes de la saga alguno que le resulta más atractivo o simpático (o más insoportable y odioso), llámese Ron, Hermione, Hagrid, Lord Voldemort, Dumbledore, etc. Quien más quien menos tiene un episodio o un libro como favorito: Harry Potter y la piedra filosofal, Harry Potter y la cámara secreta, Harry Potter y el prisionero de Azkaban, Harry Potter y el cáliz de fuego, Harry Potter y la Orden del Fénix, Harry Potter y el misterio del príncipe, Harry Potter y las Reliquias de la Muerte…
Sea como sea, como una de las razones por las que los seres humanos leemos y vemos películas es para poder compartir con los demás nuestras impresiones —pues intuimos que, como cantaba Facundo Cabral, sólo aquel que comparte puede ser dueño de algo—, abrimos esta entrada para recoger comentarios sobre los libros y las películas de Harry Potter, sobre lo que seduce, gusta, molesta o disgusta de este personaje, de toda su parentela de amigos, magos, muggles, criaturas fantásticas, etc., y de todas sus secuelas, literarias o cinematográficas. ¿Quién pide la palabra en primer lugar?