Pasión por las listas

Cuando visitéis la exposición Antes del Diluvio. Mesopotamia 3500-2100 a.C. (CaixaFòrum, del 30 de noviembre de 2012 al 24 de febrero de 2013), deteneos un momento —aunque vuestra impaciencia trate de dispersaros por tantas maravillas como iréis descubriendo— ante la vitrina donde se guarda la tablilla de arcilla, pequeña y delicada (no olvidéis que una tablilla de escritura cuneiforme tenía que caber en la mano de quien escribía, no podía ser mayor), que contiene la lista de los reyes sumerios.

Comprobaréis entonces, por si lo hubierais olvidado, que la pasión por las listas es ciertamente milenaria. Recordemos, por ejemplo, la lista de las dinastías faraónicas, que vimos recientemente en el Museo Egipcio. O las de la Biblia, entre las que tenemos la de los patriarcas bíblicos, la de los diez mandamientos, la de las doce tribus de Israel, etc.

Aprenderse de memoria algunas de estas y  otras listas formaba parte de la rutina de los escolares de otros tiempos. Por ejemplo, para los escolares españoles de los años oscuros del franquismo no era rara la exigencia de memorizar la lista de los treinta y tres reyes godos:

Ataúlfo (410-415).
Sigérico (415).
Walia (415-418).
Teodorico I (418-451).
Turismundo (451-453).
Teodorico II (453-466).
Eurico (466-484).
Alarico II (484-507).
Gesaleico (507-510).
Amalarico (510-534).
Theudis (534-548).
Theudiselo (548-549).
Agila (549-555).
Atanagildo (555-567).
Liuva I (56 7-571).
Leovigildo (571/72-586).
Recaredo (586-601).
Liuva II (601-603).
Witérico (603-610).
Gundemaro (610-612).
Sisebuto (612-621).
Recaredo II (621).
Suínthila (621-631).
Sisenando (631-636).
Chíntila (636-639).
Tulga (639-642).
Chindasvinto (642-653).
Recesvinto (653-672).
Wamba (672-680).
Ervigio (680-687).
Égica (687-702).
Witiza (702-710).
Rodrigo (710-711).

…Pero algunos manuales, más piadosos, los resumían en los cuatro más destacados: Ataúlfo, Recaredo, Wamba y Don Rodrigo.

Y vosotros diréis: ¿Cómo aprenderse tantos nombres de memoria? Por una parte, eran otros tiempos, en los que se daba mucha importancia a la memorización; por otra, ¿no os sabéis muchos de vosotros la alineación del Barça para el partido de este domingo y el dorsal de cada jugador?

Valdés (1)
Adriano (21)
Piqué (3)
Puyol (5)
Jordi Alba (18)
Sergio Busquets (16)
Xavi (6)
Cesc (4)
Pedro (17)
Iniesta (8)
Messi (10)
Villa (7)

Para quienes no gusten de estas listas con tantos nombres, la dama Sei Shônagon, una escritora japonesa del siglo X, tiene las listas que se necesiten en El libro de la almohada: enumeraciones de las cosas que no le gustan, de las que le encantan, de las que le molestan, de las que le parecen poéticas, etc. Por ejemplo, en su lista de cosas agradables cita, entre otras, las siguientes:

  • Encontrar muchos libros con relatos que no haya leído.
  • Conseguir el segundo volumen de una historia cuya primera parte me había gustado.
  • Recoger los pedazos de una carta que alguien ha roto y advertir que muchos de ellos encajan.
  • Que les suceda algo bueno a las personas que amo.
  • Etcétera.

Pero no vayamos tan lejos para encontrar listas. Vayamos hasta la nevera de casa y leamos la lista de la compra que aparece debajo de un imán. O, más literario, rebusquemos en la mochila el libro que hemos leído recientemente en clase, El curioso incidente del perro a medianoche, de Mark Haddon. No os será difícil recordar que a su protagonista, Christopher Boone —que aborrece las imprecisiones— le fascinan las listas. La primera que nos proporciona en el libro enumera lo que Mark lleva en sus bolsillos cuando lo conducen a comisaría:

1. Una navaja del ejército suizo con 13 accesorios, entre ellos unos alicates, una sierra, un mondadientes y unas pinzas.
2. Un trozo de cordel.
3. Una pieza de rompecabezas de madera.
4. Tres bolitas de comida de rata para Toby, mi rata.
5. 1,47 libras (compuestas por una moneda de 1 libra, una moneda de 20 peniques, dos monedas de 10 peniques, una moneda de 5 peniques y una moneda de 2 peniques).
6. Un clip sujetapapeles rojo.
7. Una llave de la puerta de casa.

Por cierto que esta afición por las listas Christopher Boone la comparte con otro personaje que conocéis bien, Harry Potter.  Recordaréis que, en Harry Potter y la piedra filosofal, de J. K. Rowling, cuando Hagrid acompaña a Harry al callejón Diagon para comprar lo que necesita para el primer día de clase en el colegio Hogwarts, leen esta lista:

UNIFORME
Los alumnos de primer año necesitarán:
—Tres túnicas sencillas de trabajo (negras).
—Un sombrero puntiagudo (negro) para uso diario.
—Un par de guantes protectores (piel de dragón o semejante).
—Una capa de invierno (negra, con broches plateados).
(Todas las prendas de los alumnos deben llevar etiquetas con su nombre.)

LIBROS
Todos los alumnos deben tener un ejemplar de los siguientes libros:
El libro reglamentario de hechizos (clase 1), Miranda Goshawk.
Una historia de la magia, Bathilda Bagshot.
Teoría mágica, Adalbert Waffling.
Guía de transformación para principiantes, Emeric Switch.
Mil hierbas mágicas y hongos, Phyllida Spore.
Filtros y pociones mágicas, Arsenius Jigger.
Animales fantásticos y dónde encontrarlos, Newt Scamander.
Las Fuerzas Oscuras. Una guía para la autoprotección, Quentin Trimble.

RESTO DEL EQUIPO
1 varita.
1 caldero (peltre, medida 2).
1 juego de redomas de vidrio o cristal.
1 telescopio.
1 balanza de latón.
Los alumnos también pueden traer una lechuza, un gato o un sapo. [SE RECUERDA A LOS PADRES QUE A LOS ALUMNOS DE PRIMER AÑO NO SE LES PERMITE TENER ESCOBAS PROPIAS.]

Esta lista de materiales es bastante diferente de la que preparasteis vosotros en septiembre, poco antes de empezar las clases, es verdad. De hecho, cada lista es útil para unas circunstancias determinadas. Para las circunstancias de ahora, para cumplir con el ritual de enviar comentarios al blog, no es necesario que enviéis vuestra lista de cantantes favoritos, ni la clasificación de los equipos de la liga de fútbol; basta con que escribáis una lista con cinco cosas que os gusten y con otras cinco que os disgusten. Así, además de practicar este apasionante juego de ordenar y clasificar las cosas, nos conoceremos todos un poco mejor. Gracias por vuestro interés.