Fobos-Grunt (Фобос-Грунт, literalmente ‘Fobos-Suelo’) es una ambiciosa sonda rusa que se ha lanzado este 8 de noviembre desde Baikonur.
La misión, que no es tripulada aunque transporta turistas vivos, pretende llegar a la órbita de Marte. Dejar allí el orbitador chino Yinghuo-1 (‘Luciérnaga-1’) que entre otros objetivos pretende estudiar el campo magnético de Marte y sus tormentas de arena. También debería desplegar en la superficie del planeta dos sondas MetNet, de fabricación finlandesa, que tendrán por objetivo estudiar la meteorología.
Pero Yinghuo-1 y MetNet no son más que agregados a la sonda principal. Fobos-Grunt pretende el más difícil todavía:
- Orbitar Fobos (una de las lunas de Marte)
- Aterrizar en su suelo
- Recoger 200g de regolito (200g de material de Fobos)
- Volver con las muestras a nuestro planeta
Y puesto que sería la primera vez que una sonda se acerca hasta Marte y vuelve se llevará a cabo el experimento LIFE. En el que se transportarán microorganismos para ver qué ocurre con ellos en un viaje de varios años lejos de la tierra.
Lanzamiento
La decadencia en la que ha caído la exploración espacial, saber que Marte siempre fue un infortunio para el programa espacial soviético y ahora para el ruso (curiosamente con Venus las sondas Venera tuvieron mucho más éxito) y lo ambicioso del proyecto ha creado muchísima expectación.
Los vídeos de Roskosmos en los que se puede ver el manipulado de la sonda para cargarla en el cohete Zenit-2SB. O la preparación del cohete para el lanzamiento permiten hacerse una idea de la dificultad técnica del proyecto.
Así es que cuando a las 21:16h se lanzó con éxito el cohete yo pensé buen viaje y me quedé tan contento.
Siguiente día
Pero la realidad es obstinada y al día siguiente nos encontramos con la noticia de que la sonda, una vez que el cohete la ha dejado en órbita terrestre, no ha logrado iniciar su camino hacia Marte.
Todavía no todo está perdido. Parece que existe un plazo entre 72 horas y un par de semanas durante el que sería posible intentar reparar el problema desde la tierra y reprogramar la sonda de manera remota.
Así es que en algún punto de Rusia debe haber científicos/técnicos rascándose la cabeza para intentar solucionar el problema y lamentando no tener la sonda más a mano. Sinceramente deseo que lo puedan solucionar y finalmente Fobos-Grunt continúe su viaje. El fallo, como siempre, algo relacionado con el software o la substitución de la computadora de Fregat (una de las etapas del cohete) por otra en la propia sonda.
¿Y los pasajeros?
Pues los pasajeros del experimento LIFE de momento siguen tan panchos en sus 30 contenedores del biomódulo.
Se trata de 10 tipos de organismo que viajan en 30 cápsulas (cada organismo está triplicado) y cubren los tres dominios de la vida: bacterias, eukariotas y arqueas. Se trata de organismos bien conocidos que tienen su genoma secuenciado y estudiado, de manera que (si logran volver) se puedan percibir anomalías causadas por su viaje. Evidentemente en la selección de los pasajeros se han primado aquellos extremófilos que tienen mayores posibilidades de sobrevivir. Wikipedia tiene una lista con los organismos en la que no pueden faltar los tardígrados.
Incertidumbre
¿Y a partir de ahora? pues expectación a ver si con muchísima suerte logran solucionar de forma remota el problema y Fobos-Grunt retoma su camino hacia Marte. Que la misión sea un más difícil todavía no evitará una gran frustración ante un fracaso tan temprano, y en tal caso además de quedarnos sin la información científica que hubieran aportado todos esos experimentos probablemente nos quedemos sin otros futuros que serán cancelados.
Muchas personas piensan que no tenemos recursos para la exploración espacial, que los recursos están mejor empleados en sistemas financieros basados en fraudes piramidales que deben ser rescatados. Yo creo que lo que no tenemos es voluntad de explorar el espacio y, ya puestos, de enviar a Fobos a unos cuantos responsables de que el mundo sea como es.
Y tú, ¿piensas que Fobos-Grunt continuará su camino? ¿Qué o a quién enviarías a Fobos en lugar de tardígrados?
Según parece, las autoridades rusas escogieron Fobos en lugar de Deimos (la otra luna de Marte) como campo de investigación espacial por su mayor tamaño y por su proximidad al planeta, entre otras razones. La sonda que ahora tratan de enviar, la Fobos-Grunt, ha costado 163 milones de dólares, una cantidad nada insignificante en los tiempos que corren. Este dinero tal vez podría haberse dedicado a cubrir necesidades más básicas de los ciudadanos rusos que la exploración de la misteriosa luna marciana pero sospecho que si no se hubiese dedicado a la investigación espacial tampoco se hubiera dedicado a cubrir esas necesidades (naturalmente, puedo estar equivocado; ojalá lo estuviera en este caso).
El sueño de querer conocer el espacio no es exclusivo de ningún Estado; muchos seres humanos han tenido, tienen y seguirán teniendo el sueño de que se pueda viajar al espacio y de que se lleguen a descubrir signos de vida más temprano que tarde. Es este un sueño compartido que nadie podrá prohibir nunca. Ahora bien, sería preferible que el sueño no estuviera contaminado por intereses militaristas o belicistas, que eso es lo que parecen conllevar determinadas operaciones espaciales (de los intereses económicos, ni hablemos: las investigaciones espaciales no tienen una finalidad altruista, seguro). Lamentablemente, detrás de la llamada carrera del espacio entre Estados Unidos y Rusia hay intereses indisimulados que predominan sobre los propiamente científicos: los norteamericanos, por ejemplo, tienen previsto enviar un nuevo vehículo espacial a Marte, Curiosity, el próximo 25 de noviembre, ¡qué casualidad que ambos lanzamientos hayan prácticamente coincidido! Si las operaciones espaciales tuviesen un carácter neutral desde un punto de vista político y fuesen operaciones promovidas por la comunidad científica internacional, tal vez resultaran más admirables.
En cualquier caso, aun aceptando el tono de broma con que Víctor plantea su última pregunta, lo que seguramente no sería muy afortunado sería convertir Fobos o cualquier plataforma espacial en una especie de Gulag en órbita. Más vale que se experimente en el espacio con microorganismos que con personas.
Pero, en fin, no quiero acabar esta réplica sin la referencia, me parece que oportuna en este contexto, a un libro que todos los interesados en la literatura espacial recomendarían a quienes no lo conozcan: las Crónicas marcianas. Desde que Ray Bradbury lo escribiera en 1950 se ha avanzado extraordinariamente en el conocimiento de Marte y de sus dos lunas, pero la poesía y el hechizo de ese libro permanecen inalterables.
Hola Paco,
gracias por el comentario en el que aportas más datos. Estoy de acuerdo en que he sido un poco malo al preguntar a quién habría que enviar a Fobos, no me parece buena idea convertirlo en un presidio. Sería mucho mejor fundar una colonia marciana y no faltarían voluntarios !
Ahora, respecto a otras cuestiones que planteas, me gustaría puntualizar:
163 millones de dólares es mucho dinero, pero ¿sabes cuánto costó el traslado de Cristiano Ronaldo? 132 millones de dólares. En Rusia hay gente necesitada, como la hay en otros sitios, pero la pobre sonda no ha estado precisamente bien financiada.
Por supuesto que la carrera espacial durante la guerra fría tuvo detrás importantes intereses bélicos. Pero a Fobos-Grunt no le veo intereses militares inmediatos, más allá de que casi cualquier cosa se puede convertir en un arma, la misión es científica y poco tiene que ver con misiles, escudos antimisiles o la guerra de las galaxias (la de verdad, no las películas).
Esperemos que Curiosity tenga menos problemas el próximo 25 de noviembre. La coincidencia de fechas no es casual, para ahorrar combustible estas misiones no tripuladas (en la que no hay astronautas que pierdan años de su vida) utilizan el camino que consume menos energía en su viaje. Por eso la ventana de lanzamiento es la misma para las dos misiones.
Lamentablemente Fobos-Grunt ya se puede dar prácticamente por perdida. Y al cataclismo científico habrá que sumar el problema de la reentrada en la atmósfera de la sonda con sus depósitos cargados de propergoles hipergólicos. Por algo S. Koroliov los llamaba “el veneno del diablo”.
En fin, otra vez será. Suerte para Curiosity!
El Curiosity ha costado 1800 millones de euros, muchísimo más, por tanto, que la operación Fobos-Grunt. Ambas operaciones se enmarcan en sendos proyectos de investigación nacidos paralelamente hacia 1988, en un contexto político diferente. Comprendo que no se pueda abandonar ninguno de esos proyectos ahora (eso sería carísimo, aparte de que la lógica científica no permite dejar a un lado lo que ya se ha investigado), pero combinar ambos proyectos y colaborar recíprocamente para su desarrollo es muchísimo mejor. A ver si norteamericanos y rusos son capaces de trabajar de ahora en adelante conjuntamente por el avance de la ciencia y por el bien de la humanidad (al fin y al cabo, la cápsula con microorganismos que llevaba la Fobos-Grunt la había preparado la Sociedad Planetaria norteamericana). Por colaborar que no quede.