Como estamos convencidos de que el estudio de las humanidades puede contribuir a pensar y a vivir mejor, si en la entrada anterior recogíamos un manifiesto a favor de las ciencias, en esta, aunque creamos que la contraposición letras/ciencias sea una falsa dicotomía, queremos abogar en favor de las letras, ninguneadas en nuestro sistema educativo como en el de otros países europeos hasta extremos vergonzosos. Pero como bastaría situarnos ante un buscador de Internet para encontrar inmediatamente numerosos manifiestos en defensa, por ejemplo, de la filosofía y de las humanidades en general, aquí nos limitaremos a recoger algunas citas (aurea dicta, frases de oro) y a abrir con ellas una ventanita para que los más jóvenes se asomen por un momento a uno de los mayores monumentos de la antigüedad clásica, la lengua latina, e intuyan y admiren su grandeza. Por ejemplo, las palabras que encontramos en un mosaico expuesto en El Bardo, el Museo Nacional de Túnez, procedente de una casa de Dougga: Omnia tibi felicia (“Que todas las cosas te lleven a la felicidad”).
Desde la implantación de la Ley de Educación de 1990 (LOGSE), el latín ha ido perdiendo espacio, visibilidad y dedicación en los estudios de secundaria. En nuestro tiempo, puede ocurrir que un alumno acabe la ESO y el bachillerato sin haber oído o leído una sola frase en latín a lo largo de sus años de estudio e, incluso, puede ocurrir que tenga una noción prejuiciosa, rudimentaria y equivocada de lo que significa la cultura clásica, aunque también es posible que, en alguna clase (por ejemplo, de catalán o de castellano, al hablar del origen de las lenguas románicas), se haya recordado, por lo menos, un principio necesario para retener las explicaciones de los profesores o para cimentar los conocimientos que se van aprendiendo: Verba volant, scriptum manet (“Las palabras vuelan, lo escrito permanece”), porque lo que oímos una vez podemos olvidarlo, pero si lo escribimos podemos llevarlo con nosotros y compartirlo como algo muy preciado con quien queramos. Así, las locuciones y frases que transcribimos a continuación. Algunas de ellas son muy conocidas; otras, menos; algunas son frases históricas que se han repetido muchas veces pero que no nos cansamos de oír porque parecen encerrar un secreto y un encanto inagotables; otras, traducidas o adaptadas en forma de refranes, son pensamientos muy comunes que con los años se han convertido en tópicos cuyo origen se ha olvidado. Todas, en cambio, dichas en voz alta, por su sonoridad y su significado nos dejan entrever la intensidad, la belleza y la fuerza de la la lengua latina, De algunas damos la traducción más literal; de otras, la traducción más aceptada.
- Veni, vidi, vici: “Llegué, vi, vencí”, frase pronunciada por Julio César en el Senado romano después de la victoria en la batalla de Zela,
- Alea iacta est: “La suerte está echada”, traducción de un verso griego de Menandro que Julio César dijo después de cruzar el río Rubicón y marchar contra Roma,
- Tu quoque, Brute, fili mi?: “¿Tú también, Brutus, hijo mío?”, frase que alcanzó a decir Julio César cuando reconoció entre los conjurados que lo acuchillaban a su ahijado Brutus).
- Carpe diem (Horacio): “Coge el día de hoy”, es decir, disfruta del presente.
- Volat aetas (Cicerón): “El tiempo vuela”.
- Taedium vitae (Aulo Gelio): “Desgana de vivir”.
- Quod era demonstradum (Euclides): “Como queríamos demostrar”.
- Quo usque tandem abutere, Catilina, patientia nostra? (así empieza Cicerón su primera Catilinaria para denunciar ante el Senado romano la conjura de Catilina): “¿Hasta cuándo, Catilina, abusarás de nuestra paciencia?”
- Noli me tangere (le dice Jesucristo después de su resurrección a María Magdalena, según San Juan): “No quieras tocarme” o “No me toques”, como se traduce habitualmente.
- Beatus ille, qui procul negotiis (Horacio): “Dichoso aquel que lejos de pleitos…”
- Ut pictura poesis (Horacio): “Como en la pintura, así en poesía”.
- Omne tullit punctum qui miscuit utile dulci (Horacio): “Quien mezcle [en arte, pero también en la enseñanza] lo placentero con lo útil, ganará la aprobación de todos”.
- Tristis est anima mea usque ad mortem (San Mateo): “Mi alma está triste hasta la muerte”.
- Homo sum: humani nihil alienum puto (Terencio): “Soy hombre: nada humano me es ajeno”.
- Nosce te ipsum: “Conócete a ti mismo”, traducción latina de una máxima griega inscrita en el santuario de Delfos y que Sócrates tenía como lema.
- Homo homini lupus (Plauto): “El hombre es un lobo para el hombre”.
- Nec revocare potes, qui periere dies (Ausonio): “No puedes volver a llamar a los días que ya han muerto”.
- Brevis a natura nobis vita data est; at memoria bene redditae vitae sempiterna (Cicerón): “Breve es la vida que la naturaleza nos ha dado, pero el recuerdo de una vida bien empleada es eterno”.
- Optima quaeque dies miseris mortalibus aevi prima fugit (Virgilio): “Para los infelices mortales los días que antes se van son los mejores”.
- Praeterita mutare non possumus (Cicerón): “No podemos cambiar el pasado”.
- Factum abiit; monimenta manent (Ovidio): “Lo hecho pasa; quedan los recuerdos”.
- Omnis habet sua dona dies (Marcial): “Cada día tiene sus dones”.
- Quod ratio non quit, saepe sanavit mora (Séneca): “Con frecuencia el tiempo cura lo que la razón no ha podido”.
- Nullius boni sine socio iucunda possessio est (Séneca): “La posesión de un bien no es grata si no se comparte”.
- Unum bonum est quod beatae vitae causa et firmamentum est, sibi fidere (Séneca): “Solo hay un bien causa y fundamento de la vida feliz: creer en uno mismo”.
- Tolle, lege (San Agustín): “Toma y lee”.
- Si fallor sum (San Agustín): “Si me equivoco existo”.
- Salus populi suprema lex est (Cicerón): “El bien del pueblo es suprema ley”.
- Cedant arma togae (Cicerón): “Que las armas se sometan a las togas”.
- Si hortum in bibliotheca habes, deerit nihil (Cicerón): “Si cerca de tu biblioteca tienes un jardín, no te faltará nada”.
- Nil nimis: “De nada demasiado”, traducción de una máxima griega que propugna la moderación.
- Audentes fortuna iuvat (Virgilio): “La fortuna ayuda a los audaces”.
- In dubio pro reo (principio jurídico): “En caso de duda, favorecer al reo”.
- Nil posse creare de nilo (Lucrecio): “Nada puede crearse de la nada”.
- Fugit irreparabile tempus (Virgilio): “El tiempo se va para no volver”.
- Ars longa, vita brevis (Séneca): “El arte es largo y la vida corta” (traducción de un aforismo de Hipócrates en el que ars se refiere a la ciencia, pero que suele citarse en el sentido de arte).
- Labor omnia vicit (Virgilio): “El trabajo puede con todo”.
- Age quod agis: “Haz lo que haces”, es decir, presta atención.
- Quid pro quo: “Una cosa por otra”.
- Sine ira et estudio (Tácito): “Sin rencor ni parcialidad”, así dice Tácito que escribe su historia de Roma.
- Religio peperit scelerosa atque impia facta (Lucrecio): “La religión ha dado origen a hechos impíos y criminales”.
- Aliena vitia in oculis habemus, a tergo nostra sum (Séneca): “Siempre tenemos ante los ojos los vicios ajenos, y los nuestros a la espalda”.
- Felix qui potuit rerum cognoscere causas (Vrigilio): “Dichoso el que pudo conocer el porqué de las cosas”.
- Ut ameris, amabilis esto (Ovidio): “Para ser amado, sé amable”.
En fin, tanto si alguna de estas frases les inducen a dejar a continuación algún comentario o reflexión como si no, queremos desear a quienes las lean lo mismo que los dueños de la casa de Dugga deseaban a sus visitantes: Omnia tibi felicia (“Que todas las cosas te lleven a la felicidad”).
F. Gallardo
Posdata.- Después de haber tramado esta entrada, hemos leído que Nicola Gardini, un profesor italiano, acaba de publicar con gran éxito de público (ocho ediciones en poco tiempo) un libro, Viva el latino, storie e belleza di una lengua inutile, en defensa de los estudios de latín: “Hay que estudiar latín”, concluye Gardini, “no sólo para disfrutar, sino además para educar el espíritu, para darle a las palabras toda la fuerza transformadora que se aloja en ellas” (“El latín, ¿lengua oficial de la UE?”, escribe Rubén Amón en El País de hoy, 5 de febrero).
Me ha interesado bastante el tema del que se habla en este blog, ya que tiene toda la razón.
Muchos alumnos acaban la ESO y el bachillerato sin saber ni una palabra de latín porque este no es considerado “importante” y no es obligatorio. En la lengua catalana y castellana hay muchísimas palabras y locuciones latinas, las decimos, pero no sabemos de dónde vienen o lo que significan. Yo, como alumna del bachillerato social-humanístico, pienso que el latín debería ser obligatorio, aunque fuera solo para los de cuarto de la ESO, porque estudiándolo no solamente se aprenden locuciones sino también otras cosas sobre la cultura clásica.
En conclusión, espero que el latín se siga manteniendo y que todos salgamos del bachillerato sabiendo por lo menos alguna cosa de esta lengua.
Después de haber leído esta entrada y de haber hecho mi propia reflexión, creo que el latín es una lengua histórica y que aprenderla es ganar en cultura, pero no estaría de acuerdo si esta lengua se impartiese como una asignatura obligatoria en la ESO o en el bachillerato, ya que opino que es una lengua que aparte de formarte en cultura no te serviría en un futuro a no ser que te dedicases al ámbito de la cultura clásica.
Por lo tanto, creo que a los alumnos que no nos queremos dedicar a eso nos quitaría horas de dedicación a otras asignaturas que quizá nos ayuden más en nuestro futuro laboral. Aun así, esta entrada del blog me ha parecido interesante.
A mí, como cursante del bachillerato humanístico que soy, este artículo me parece un muy buen resumen de lo que está pasando con las lenguas clásicas (latín en este caso). Un muy buen resumen, pero muy triste a la vez. Esto es un ejemplo de algo muy fatídico, de algo como el latín que ha dado origen a todo tipo de lenguas europeas, sea ahora una lengua despreciada por la mayoría de personas en España. Personas que enuncian frases como: “El latín no sirve para nada” o “Estudios clásicos ¿Qué se hace ahí?
Como dijo el coordinador de estudios clásicos de la UAB: “A todos aquellos que manifiestan su reproche hacia la cultura clásica, que sepan que nosotros sabemos hacer de todo, y además, sabemos latín y griego.”
Respecto a este artículo, como estudiante de bachillerato de humanidades, estoy totalmente de acuerdo en que el latín, como lengua clásica, está presente en muchos textos y muchas expresiones que utilizamos normalmente, pero hay algunas personas que posiblemente no las identifican como latín. Este es la base de muchas palabras y analizando su significado, podemos entender cuál es el origen de nuestra lengua y de las lenguas románicas en general. Cómo estudiante de latín, encuentro que es una materia difícil pues supone conocer en profundidad toda su gramática y cómo se aplica, así como su historia. Pero, al mismo tiempo, encuentro que es una asignatura muy interesante, porque nos permite poder tener la oportunidad de conocer una lengua clásica y su cultura.
Esta entrada me ha llamado bastante la atención, ya que muchas veces me he cuestionado la importancia que tiene el latín hoy en día.
Tal y como se recuerda en el blog, desde la implantación de la Ley de Educación de 1990 (LOGSE), el latín ha ido perdiendo importancia en los estudios de secundaria llegando hasta el punto de que actualmente hay muchos alumnos que no conocen nada sobre esta lengua. Desde mi punto de vista, creo que el latín es una lengua necesaria para poder entender nuestra cultura y nuestro idioma. Considero que es una lengua que se tendría que estudiar y dedicar a ello un año, ya que dedicarle más tiempo solo seria aprovechable para las personas que estuvieran interesadas en profesiones relacionadas con la cultura o con las lenguas clásicas.
Finalmente, concluyo diciendo que actualmente encontramos gran cantidad de locuciones latinas incorporadas en nuestra lengua, haciendo que el latín siga presente en nuestro día a día y por ello sea importante su estudio.
Como estudiante de Bachillerato humanístico, tengo el latín muy presente ya que es una materia obligatoria de mi ámbito, pero sí que es cierto que aquellas personas que cursan otro Bachillerato distinto probablemente no hayan oído o leído alguna frase en latín en su vida, ya que no es una asignatura obligatoria a no ser que la hayan elegido como optativa en la ESO. Tengo constancia de que en algunos países europeos como Noruega se imparte como materia obligatoria y pienso, ¿por qué aquí no? Si bien pienso que no debería ser una materia obligatoria año tras año, pienso que debería serlo algún año en la ESO porque antes de prejuzgar y decir que el latín no sirve para nada debemos conocer que es la base de nuestra lengua al igual que de muchas otras lenguas europeas y formarnos en cultura general, pues muchas locuciones y frases que se dicen en nuestros días provienen del latín, pero eso, ¿quién lo sabe?
Estoy totalmente de acuerdo con este artículo. Yo durante la ESO jamás me había planteado aprender latín, es más, al principio lo veía como algo inútil que posiblemente no utilizaría nunca. Años después, cuando empecé bachillerato, en mi caso el humanístico, empecé a cursar la asignatura de latín y sorprendentemente me interesó. Veo el latín como una forma de aprender nuestros verdaderos orígenes, no solo como cinco tablas de declinaciones. Gracias a esta asignatura he podido conocer el origen de muchas de las palabras de nuestro lenguaje y ver cómo han evolucionado, y no solo eso, también he aprendido historia y cultura sobre los romanos, los cuales marcaron nuestra forma de vivir actualmente.
En mi opinión, no se debería subestimar una asignatura como el latín, ya que es la base de todo lo que somos actualmente.
Es este un artículo muy interesante.
Señala un hecho triste que realmente está ocurriendo. El latín, dejando de lado que sea una lengua muerta, debería de enseñarse más en las escuelas, ya que es de este idioma de donde proceden muchas de las lenguas, y entre ellas el castellano. Opino que por lo menos se debería hacer una clase obligatoria de latín a la semana. Como bien dice el artículo, muchos niños salen de la ESO o del bachillerato sin haber oído una palabra en latín, lo cual me pasó a mí. Además, muchas frases conocidas que utilizamos no sabemos que vienen de este idioma, y es aquí donde se ve la necesidad de aprender esta lengua.
Espero que en unos años se den más clases de latín.
Como todos sabemos, el catalán y el castellano, lenguas predominantes entre nosotros, proceden del latín.
En esta entrada del blog podemos observar un rechazo a la posibilidad de poder graduarte en Bachillerato sin saber una palabra de latín. Personalmente a mí esto me parece bien ya que es una lengua en decadencia, la cual en tu vida cotidiana nunca vas a utilizar, y si en un futuro no quieres estudiar nada relacionado con la cultura clásica o las humanidades en sí me parece innecesario.
Por otra parte, me parece bien que sea una asignatura optativa, ya que te puede proporcionar gran riqueza cultural y puede ayudarte a entender aspectos de tu propio idioma.
En la sociedad en la que vivimos, cada vez más tecnológica y más técnica, creo que se podrá prescindir de esta asignatura, y con el paso de los años creo que acabará desapareciendo, aunque personalmente deseo que no sea así.
Como estudiante de humanidades que soy, estoy totalmente de acuerdo con este artículo.
Las lenguas y la cultura clásica cada vez sufren un deterioro más severo con el paso del tiempo, son tratadas de inútiles y, excepto los privilegiados que cursamos un bachillerato de letras, muchos de los demás estudiantes, como bien dice el artículo, terminan los estudios sin tener ni una mínima idea de alguna palabra, tópico o frase en latín.
Aunque actualmente sea una lengua en desuso, saber latín es ganar en sabiduría y cultura, ya que es la madre de las lenguas románicas y la cuna de una de las civilizaciones más poderosas como es la romana.
Debemos nuestro presente a la lengua latina, nuestra cultura es la que es porque los romanos de la Antigüedad existieron y no se puede avanzar hacia el futuro sin conocer el pasado.
Por eso las lenguas no deberían tener esa desvaloración en la sociedad en la que parece que solo importan los avances tecnológicos y las ciencias, olvidando lo importante que son las humanidades y con estas el latín y todo el legado que se nos ha dejado hasta hoy, aunque tristemente cada vez desaparece a más velocidad.
Después de haber leído este artículo, he de decir que estoy totalmente de acuerdo con lo que dice.
En primer lugar, he de decir que es verdad que muchas personas infravaloran el latín y que piensan que es una lengua “muerta” pero en realidad no es así, ya que el latín está muy presente en nuestro día a día. Por otra parte, también es verdad que actualmente en los colegios no se imparte el latín como materia obligatoria sino como optativa, y esto nos lleva a que haya muchos alumnos que acaben sus estudios sin saber ninguna palabra o expresión en latín.
Personalmente, reconozco que durante la ESO no me había planteado seguir la rama de humanidades, pero a día de hoy, como alumna del bachillerato humanístico, creo que el latín es una lengua muy importante porque de ella han surgido lenguas que hoy en día usamos.
Para acabar, solo quiero decir que gracias al latín he podido aprender más sobre la historia romana, aparte de la gramática. Pienso que todos los alumnos deberían acabar sus estudios sabiendo, por lo menos, alguna expresión latina; sin embargo, hay muchas personas que las usan pero no son conscientes de lo que hablan.
Este articulo trata sobre la lengua romana principal, que es el latín. La lengua origen de muchas lenguas utilizadas actualmente. El latín ha dejado de tener el uso que tenía anteriormente, y con el paso del tiempo ha disminuido su estudio, tanto que en muchos lugares los alumnos no saben ninguna palabra en latín al acabar la ESO o el Bachillerato. Yo soy alumna del Bachillerato Humanístico y, en mi opinión, por cultura general los alumnos deberíamos saber las locuciones populares que se incluyen en este artículo, pero soy de las que piensan que es una asignatura que no debe ser obligatoria porque a mi parecer no tiene demasiado provecho.
Tras leer esta entrada tengo que decir que estoy de acuerdo con lo que dice de que es una injusticia lo infravaloradas que están actualmente las lenguas clásicas y que desgraciadamente eso está yendo a peor.
A mi parecer, el latín, en este caso, como origen de todas las lenguas románicas, debería ser lo suficientemente importante como para que todo el mundo que pase por la ESO haya hecho algo de esta materia. Como estudiante del bachillerato social actualmente no hago latín pero hice un año en cuarto de la ESO y para nada creo que me haya sido inútil, aunque ya no lo haga. Al contrario, me alegro de haber hecho latín ya que he podido aprender algo más de cultura general.
Me gratifica saber que esta matanza que estamos protagonizando contra la lengua latina no es absolutamente ignorada, sino que hay gente que se aferra a las bellas declinaciones que constituyen este idioma y vela por la supervivencia de estas tablas rechazadas por muchos estudiantes en la actualidad.
Me entristece pensar que el latín se ha convertido en una simple materia extremadamente infravalorada y objeto de burla por personas que no son más que ignaros que la califican con adjetivos que todos los presentes en este blog han oído alguna vez, el más común, “inútil”.
Los estudiosos de las lenguas clásicas e incluso los aficionados a ellas tienen el deber de concienciar a los ignorantes que permanecen hundidos en la frivolidad general de la cual se alimenta nuestra sociedad acerca de la importancia fundamental de estas lenguas, que no fueron solamente un puente de comunicación entre las personas a largo de nuestra historia, sino que son una fuente ilimitada de conocimientos acerca de las lenguas neolatinas y de la cultura milenaria que se esconde detrás de ellas.
Este articulo trata de una lengua en concreto, el latín, y de su deterioro.
Es una realidad que las lenguas clásicas están sufriendo un abandono máximo. Es cierto que muchos alumnos acabarán sus estudios sin saber ninguna palabra o expresión latina, pero pienso que eso es una elección que hace el estudiante al elegir la rama y asignaturas que más le convienen.
En mi opinión, el latín debería seguir siendo una asignatura optativa; sin embargo, todos deberíamos tener un conocimiento básico de esta lengua.
De todas formas, el latín sigue presente en la actualidad de una forma indirecta, nos guste más o menos.
Como alumna del bachillerato tecnológico que soy, estoy de acuerdo con no estudiar la asignatura de latín en la ESO.
El latín es una lengua muerta, y aunque de ella proviene, entre muchas otras, nuestra lengua, veo innecesario conocerla profundamente ya que a día de hoy no tiene gran utilidad en la vida diaria de las personas.
Con este pensamiento no infravaloro la lengua latino, sino que opino que la lengua ha evolucionado y nosotros tenemos que evolucionar con ella; en vez de reiterar el pasado, tenemos que progresar para el futuro.
Aun así, opino que todo el mundo debería tener la posibilidad de estudiar latín, aunque de manera opcional, y que cada uno decidiera si es un tema que le interesa o si le interesa más otra asignatura.
Es encomiable la intención del artículo, pero sería necesario que las frases latinas se reprodujeran fielmente. Hay demasiados errores. Desconozco el motivo.
Pueden corregirse. ¿A qué frases te refieres?
¿Por qué las frases latinas se leen unas veces correctas y otras llenas de errores?
Los motivos para incurrir en errores de transcripción son diversos. Depende de las fuentes de las que se hayan tomado las frases. A veces, por ejemplo, se cita de memoria y se da pie a errores involuntarios; otras veces se toman las citas de fuentes indirectas poco contrastadas. Habría que examinar cada caso.